sábado, 20 de febrero de 2010

Dossier: Conservación del pan.

Con este dossier queremos reunir distintas ideas y experiencias para conservar el pan lo mejor posible.



Este tipo de panes -como el de Ecoopan- se dice que “aguantan toda la semana” (tradicionalmente se cocía con esta periodicidad). También resulta evidente que el pan recién hecho es mucho más apetecible que a medida que pasan los días.

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Este pan está vivo. Nada de estabilizantes, ni conservantes, ni refinamientos. Va cambiando. Las condiciones ambientales le afectan. Las estaciones, la climatología, la calefacción, la humedad...

Casi cada persona tiene su propia forma de conservar el pan durante la semana. No obstante hay unos patrones, costumbres, trucos que se repiten.

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Un adecuado proceso de conservación, independientemente de cual elijamos, debe empezar lo antes posible.

Los puntos de distribución (donde el grupo de trabajo deja el pan para que l@s consumidor@s lo recojan) tienen muy buena predisposición para con esta iniciativa; pero no reúnen las condiciones óptimas para conservar el pan -ya que no es esta su función-.

La premura en recoger los pedidos es más que deseable para consumir el pan de la semana en sus mejores condiciones -y para despejar el espacio y el trabajo de los puntos de distribución lo antes posible-.

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Además de disponer del pan lo más reciente posible, resulta aconsejable un cuchillo panero. Siempre salen a colación los casos de panes destrozados por empezar a arrancarles pellizcos o intentar meterle unos tajos con un cuchillo tipo 'fruta'. Para que sean rebanadas, y que cundan, es aconsejable un cuchillo largo, recio y con corte. Da igual de sierra que de filo (los primeros pueden desmigar más y los segundos deben estar bien afilados).

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Otra cosa es que, tostar un poco las rebanadas vuelve el pan tierno. Hay quien lo hace desde el primer día o a medida que pasa la semana (cuando se va endureciendo o/y secando). En cambio, tostándolo despacio, pero bastante, queda más crujiente.

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Para guardarlo toda la semana se suele optar por temperatura ambiente, la nevera o congelado.

* Si el espacio es fresco, ni seco ni húmedo y sin oscilaciones fuertes: se puede conservar de una pieza (sin hacer rebanadas) en una bolsa de tela o/y en un armario (con o sin el papel de estraza). Si se reseca en exceso se puede probar con una bolsa de plástico en vez de tela. Si los radiadores o la humedad o las fluctuaciones desaconsejan ese método, lo más habitual es la nevera o el congelador.

* En la nevera: dentro de una bolsa de plástico cerrada, para que no se reseque ni coja olores (con o sin el papel de estraza) y de una pieza (sin hacer rebanadas).

* En el congelador: se conserva perfectamente tanto de una pieza como cortado previamente en rebanadas, antes de congelarlo. Si está de una pieza se descongela en una noche. Si está en rebanadas se puede tostar directamente. Es aconsejable no mantenerlo congelado más de un mes. A partir de ahí va perdiendo sus propiedades y textura.

1 comentario:

  1. Lo que yo hago: Conservo el pan en el papel. Si se pone duro, lo humedezco un poco y lo meto un ratito al horno, o en el fuego a la plancha. Nunca meto el pan en la nevera, ni en el congelador, ni en plástico, opino que esta calidad de pan no lo necesita. Si me tengo que ir, me lo llevo, me gusta más que meterlo en el congelador, o en la nevera. Cova

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