domingo, 16 de mayo de 2010

RECETA Nº 30: Sopa hortelana con habas


Ingredientes:


• 1 cebolla
• 2 zanahorias
• 1 tira de apio
• 2 patatas (todo cortado en dados)
• 1 tira de alga wakame cortada en trocitos
• 1 taza de habas frescas
• ½ taza de maíz
• mejorana y salvia fresca
• aceite, sal marina, miso blanco

Método:

1. Sofreir las cebollas con un poco de aceite de oliva y una pizca de sal durante unos 12 minutos.
2. Añadir el resto de los ingredientes, cubrir con agua fría el volumen de las verduras. Tapar y cocer a fuego lento durante 30 minutos.
3. Añadir más agua según la consistencia deseada. Condimentar al gusto.

RECETA Nº 29: Crema de puerros y patatas

Ingredientes:

• 2 puerros cortados finos
• 1 cebolla cortada a daditos
• 3 patatas peladas y troceadas
• 1 tira de alga wakame
• Aceite de oliva, sal marina, albahaca seca, leche de arroz, almendra en polvo (opcional)

Método:

1. Saltear los puerros y la cebolla en un fondo de aceite de oliva con sal marina, de 5 a 7 minutos.
2. Añadir 3 vasos de agua, las patatas, el alga y la albahaca seca al gusto. Tapar y cocer a fuego medio durante 15 minutos.
3. Convertirlo todo en puré, añadir un poco de leche de arroz y almendra en polvo.

Esta crema se puede servir fría o caliente.

martes, 4 de mayo de 2010

Convocatoria Jornada de Trabajo en Panadería- LEÑA



Pincha encima de la imagen para poder verla en grande

domingo, 2 de mayo de 2010

Pequeño Anecdotario Hortícola



Una año más, y tras un merecido descanso invernal, con la llegada de la primavera, la actividad vuelve a desfasarse, de forma progresiva, dentro de los límites de nuestro huerto.
Los días son cada vez más luminosos y el calorcito se va abriendo paso entre los últimos golpes de humedad y ventisca del invierno que pasa y con él se acelera el ritmo vital de los diferentes seres vivos que habitan la huerta, o de los que pasan parte de su vida en ella, produciéndose de esta manera las primeras transformaciones y movimientos, como si despertase de un largo y pesado sueño invernal.
La tierra, cubierta por los restos de vegetación que han conseguido sobrevivir al rigor invernal, como por ejemplo berzas, coles, ajetes, cebolletas, habas, escarolas, …. y las diferentes plantitas que crecen de forma furtiva manteniendo el toque de biodiversidad y el refugio para los diferentes animalillos que habitan nuestro terruño en estos crudos días, se ve durante estos días de marzo transformada repentinamente por el paso de arado y el motocultor.
Es así abierta, destripada, para de esta forma formar el espacio apropiado para el nacimiento de la nueva cosecha. Una vez abierta, la hemos alimentado con la abonadura procedente de una cercana granja de vacas, tarea ésta en la que han participado diferentes compañeros, de manera rotativa, haciendo más liviana de esta forma para los productores este pesado trabajo de cargar y esparcir el abono, aparte además de resultar más ameno y divertido al sentirse de esta manera acompañados.

Una vez preparada la tierra, comenzaron también las labores de plantación de las primeras hortalizas de la temporada, como las lechugas, habas, guisantes, ajetes, coles, tomates, pimientos, berenjenas, … y sobre todo las cebollas, quizá la plantación más ardua, pero para la que también hemos contado con la participación de diversos compañeros, que aprovechaban las visitas para dar un empujoncito que siempre es de agradecer y sobre todo que siempre agradece la huerta.



Pero no sólo ha sido plantar, trabajar y despertar de un largo sueño. El huerto, poco a poco, con un ritmo lento pero seguro ha continuado dando sus pequeños frutos durante el invierno, lo que ha permitido que las cestas de verdura hayan continuado llegando a nuestras casas, más reducidas. Más humildes que sus hermanas veraniegas pero con eses toque de sabor y belleza que envuelve a las cosas hechas que nacen de las dificultades, de la dureza y la austeridad, esperamos que las hayáis recibido con expectación y cariño.
En estos últimos días de abril todo comienza a renacer, se revoluciona y todo se transforma de un día para otro, en una metamorfosis de colores, formas y olores. Las posibilidades se transforman en realidades y la vida surge del vacío, todo se carga de energía y movimiento, no solo apreciable en las plantas y animales, también en nosotros mismos, las diferentes personas que de una manera u otra ponemos un granito de arena para que todo esto sea posible. Comienza así la temporada de esplendor en nuestros huertos, la más dura quizás, pero quizás la más importante, pues es ahora cuando se sientan las bases sobre las que va a descansar el trabajo de todo el año. Dicen que “Agricultor que se duerme en Mayo, puede dormir todo el año.”





Texto: Alio
Fotos y comentarios de éstas: Josué
(pinchando encima de las fotos, podéis verlas más grandes)

1- Huerta la Garma: acelgas, lechugas y escarolas. Y la flor naranja, la caléndula, que no gusta a todos los bichitos...
2- Miles de Cebollas: más de 7000! Lo más trabajoso resulta, una vez plantadas, es sallarlas (quitar las malas hierbas)ya que en menos de dos semanas se cubre con un manto verde de mala hierba que hace muy trabajoso el cuidarlas.
3- Clavando Estacas: ¡¡Usando el supermazo no se nos resiste ninguna!!